Entrevista a Laura Azaña, socia de Cookin´Forms
- Alba Moledo
- 22 ene 2017
- 5 Min. de lectura
Laura Azaña y sus cuatro socias son las creadoras Cookin´Forms, una marca de uniformes de hostelería y restauración que utiliza materiales sostenibles de alta calidad, con un diseño moderno y vanguardista orientado a los restaurantes de alta gama y que pretende dar un giro al concepto de chef, camarero o sumiller.

¿Cómo nace Cookin´Forms?
Todo empezó en el evento Fashion Weekend Lab, que se celebró el 21 de octubre de 2016 y se creó con el objetivo de hacer startups (empresas emergentes) de moda en tres días. Se presentaban varias ideas y nosotras tuvimos un pequeño problema: el evento empezaba un viernes y el sábado tuvimos que presentar otra propuesta desde cero. Empezamos a hilar ideas de uniformes de trabajo y sacamos Cookin´Forms.
¿En qué consiste vuestra idea?
Son uniformes de trabajo para los profesionales de la hostelería y la restauración: chefs, camareros o sumilleres, orientados a los restaurantes de alta gama que basen su concepto de restaurante en los diseños de la arquitectura, el interiorismo de los locales y en sus platos.
¿Por qué os habéis centrado en el campo de la hostelería?
Hemos visto que la evolución y la apuesta por el diseño no ha venido acompañada por el uso de los uniformes, ya que se utilizan los mismos desde hace 50 años. El camarero siempre viste igual y el chef también, por eso queremos jugar con una integración completa del ambiente que tienen los restaurantes. Además, queríamos apostar por el uso de materiales sostenibles que sean anti manchas, ya que de esta forma el restaurante es más sostenible en gastos de lavandería, telas o desgaste de los uniformes. Hemos observado que la competencia se centra en hacer diseños muy básicos y los materiales que usan son, sobre todo, poliéster, la calidad no es muy buena y son muy básicos.
Finalmente Cookin´Forms ganó el concurso. ¿Fue esto vital para seguir adelante con vuestra idea?
Totalmente. Además nuestras expectativas no eran ganar, sino obtener una experiencia. Esta realidad nos vino de sopetón, pero gracias a los premios que del concurso pudimos sacarlo adelante.
¿En qué fase se encuentra actualmente el proyecto?
Actualmente estamos trabajando con una incubadora y eso nos ayuda a armar el modelo de negocio para poder presentárselo a inversores. Esta es una idea que, aunque es muy temprana, queremos sacar adelante e intentar que sea una realidad, un proyecto como tal. Vamos poco a poco, ahora tenemos web, redes sociales y estamos trabajando con la propuesta de valor.
¿Y en cuanto al desarrollo de los diseños?
Es muy inicial, estamos fábricas y telas que ya tenemos identificadas pero, sobre todo, queremos ver prototipos para poder enseñarlos. Tenemos los diseños en papel y gráficos, pero todavía no hay nada físico. Actualmente estamos desarrollando el modelo de negocio y empezaremos a contactar con los restaurantes y fábricas.
¿Cómo crees que será la competencia que os encontraréis cuando salgáis al mercado?
Lo primero que comprobamos fue que hay muchas empresas que se dedican a la fabricación de uniformes de trabajo, pero no con la idea de integrar el diseño, siempre son muy planos y muy iguales. Es verdad que algunos juegan con un poquito de diseño, pero con materiales muy malos que no transpiran, la calidad es muy mala y no acompaña al resto del diseño del restaurante. En este sentido, nosotras también queremos hacer de consultoría para evaluar la idea que tienen los restaurantes y acompañar la imagen del restaurante a su vestuario, ya que muchas veces se olvidan de él. Los restaurantes sí se preocupan del interiorismo, los platos y el ambiente, pero en la mayoría de los casos no tienen en cuenta el uniforme.
¿Cuáles son los requisitos que tienen que cumplir los diseños de Cookin´Forms?
Tenemos tres líneas de diseño: la primera es la llamada Básica, que integra diseños sencillos, pero con materiales anti manchas y sostenibles que son configurables para el cliente porque los podemos customizar en función de lo que requieran. Luego está la línea Premium, con un estilo más orientado a la moda del que vamos a sacar dos colecciones al año, primavera-verano y otoño-invierno. Eso irá mas acompañado de lo que se lleve esa temporada. Por último, tenemos el diseño Golden, que es consultoría, un cara a cara con el cliente para ver que necesita y hacer el diseño desde cero para él.
¿Tenéis ya clientes potenciales?
Estamos en la fase de contactar con clientes y restaurantes para ver sus necesidades y hacer una encuesta. Estamos preguntando en restaurantes y ofreciéndonos, pero como todavía no tenemos prototipo físico es un poco más difícil.
¿Crees que el sector de los uniformes de trabajo es un sector abandonado o sin explotar?
Absolutamente y, en concreto, el de la hostelería es muy estático. Actualmente hay un boom en el mundo de la gastronomía, ya que se están abriendo muchos restaurantes modernos y vanguardistas, pero creo que les falta una parte importante para que sea una experiencia total para el cliente, que es el vestuario, se están olvidando de los uniformes.
Ahora mismo diseñáis uniformes relacionados con la hostelería y la restauración. ¿Crees que en un futuro podríais ampliar el campo?
Totalmente, es un campo muy explotable, los uniformes de trabajo pueden ser para todo. Ahora mismo queremos centrarnos en algo que sea abarcable, pero estamos abiertas a cualquier otro campo.
¿Cuál es vuestra meta más inmediata?
Conseguir financiación, porque al trabajar con telas de alta calidad necesitamos un patronaje y talleres. Como este es un proyecto que acaba de nacer, para eso necesitamos una inversión que nos apoye y poder sacarlo adelante.
Como emprendedoras, ¿os ha sido difícil poner en marcha un proyecto como este?
Sí, porque aunque una compañera del grupo ya era emprendedora con su marca de calcetines, el resto no habíamos emprendido nunca y hemos visto como se nos ha despertado un lado que teníamos dormido, la verdad es que tenemos muchas ganas.
¿Cómo os distribuís el trabajo en el equipo?
Lo llevamos muy bien, porque hay tres ramas muy diferenciadas pero que nos complementan. María Eugenia es la diseñadora de moda, María García es economista y lleva la parte de números, modelos de negocio y la parte económica y luego estoy yo que soy periodista y siempre he estado vinculada al mundo del marketing, startups, lanzamiento de empresas y, en ese sentido, tengo experiencia y también de comunicación y de marketing.
¿Cómo valoras el mundo del emprendimiento joven actual?
Conoces a mucha gente y te das cuenta de la cantidad de gente joven, sobre todo, que quiere emprender. Muchas veces en los trabajos la mayoría de la gente no está cómoda y existe un gran espíritu de emprendimiento, aunque yo creo que actualmente es complicado por la financiación, siempre se necesita un respaldo. Como son muchos años de desarrollo del proyecto, es muy difícil trabajar sin recibir ingresos y manteniéndote. Al final es un poco complicado, pero creo que hay ideas muy buenas y es en eventos como el Fashion Weekend Lab donde te das cuenta de que la gente tiene muchas ganas de llevar sus ideas adelante y de apostar por ellas.
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